Él es el Sabio que ha desechado la falsa ilusión,
Abandonó el yermo del corazón, victorioso en la batalla;
No conoce la angustia, es perfectamente tranquilo,
Maduro en la virtud, de excelsa sabiduría;
Más allá de todas las tentaciones, es sin mancha alguna:
Es el Bienaventurado, y yo soy su discípulo.
Libre de la perplejidad, mora en contentamiento,
Rechazando las ganancias mundanas, es el recipiente de regocijo;
El ser humano que había realizado las tareas ascéticas,
El hombre que resiste a su último cuerpo;
Él es absolutamente sin par, perfectamente sin mancha:
Es el Bienaventurado, y yo soy su discípulo.
Es hábil y libre de dudas,
El amansador y excelente líder;
Nadie puede sobrepasar sus excelsas cualidades;
Sin hesitación, es el que ilumina;
Habiendo cortado el orgullo, es el héroe:
Es el Bienaventurado, y yo soy su discípulo.
El líder del rebaño, inconmensurable,
Sus honduras son impenetrables, ha alcanzado el silencio;
Proveedor de la seguridad, poseedor del conocimiento,
Está en medio del Dhamma, internamente restringido;
Habiendo superado todas las ataduras, es liberado:
Es el Bienaventurado, y yo soy su discípulo.
Como el inmaculado elefante, vive en lugares remotos,
Con todas las cadenas destrozadas, completamente libre;
Hábil en la disputa, envuelto en la sabiduría,
Con su estandarte en baja, no codicia jamás;
Habiéndose amansado a sí mismo, no prolifera más:
Es el Bienaventurado, y yo soy su discípulo.
Es el mejor de los videntes, sin esquemas engañadores,
Ganador del triple conocimiento, quien alcanzó la santidad;
Con limpio corazón, maestro de los discursos,
Vive siempre tranquilo, el descubridor del conocimiento;
El primero de los dadores, el siempre capaz:
Es el Bienaventurado, y yo soy su discípulo.
Él es un Noble, el que ha desarrollado su mente,
Que alcanzó la meta y expuso la verdad;
Envuelto en la atención consciente y perspicacia penetrante,
No se inclina ni hacia atrás ni hacia adelante;
Libre de las perturbaciones, ha alcanzado la maestría:
Es el Bienaventurado, y yo soy su discípulo.
Se había ido rectamente y mora en la meditación,
Sin contaminaciones internas, es absolutamente puro,
Es independiente y sin miedo alguno
Vive recluido y alcanza la cima;
Habiendo cruzado por encima de sí mismo, nos conduce al cruce a nosotros:
Es el Bienaventurado, y yo soy su discípulo.
De serenidad suprema, con extensa sabiduría,
El hombre de gran sabiduría, desprovisto de toda avaricia;
El es el Tathagata, el Sublime,
La persona sin rivalidad, alguien incomparable;
Es intrépido y proficiente en todo:
Es el Bienaventurado, y yo soy su discípulo.
Ha cortado la codicia y llegó a ser un Iluminado,
Esclarecedor de todos los nubarrones, completamente puro;
El más digno de dádivas, el más poderoso que los espíritus,
La más perfecta de las personas, más allá de toda estimación;
El más grande en magnificencia, que ha alcanzado la punta más alta de la gloria:
Es el Bienaventurado, y yo soy su discípulo.
...pero si no existe otro mundo ni el fruto - el resultado de las buenas y malas acciones - entonces vivo feliz en esta misma vida, sin enemistad, sin mala voluntad, sin odio. (Kalama Sutta).
Pregunta a ChatGPT acerca de cómo era el Buda histórico, según las investigaciones actuales del Canon Pali:
1. Contexto histórico y social
Época: India del norte, siglo V a.C. (fechas aproximadas: entre 480 y 400 a.C. para su muerte, aunque hay debate).
Entorno político: Pequeños reinos y repúblicas oligárquicas (gaṇasaṅghas), en transición hacia monarquías más centralizadas.
Clima religioso: Pluralidad de movimientos śramaṇa (renunciantes), con influencias del brahmanismo védico, el jainismo temprano y corrientes ascéticas naturalistas y materialistas (ājīvika, lokāyata).
2. Rasgos personales según el Canon Pali
Figura carismática: En los Nikāyas, el Buda es descrito como físicamente impresionante, sereno, con gran control corporal y verbal (kāya-samvara, vācī-samvara).
Intelectual y maestro dialéctico: Wynne enfatiza que en los diálogos tempranos demuestra gran habilidad argumentativa, usando preguntas socráticas, parábolas y refutaciones lógicas.
Empírico-pragmático: Gombrich resalta que su método parte de la experiencia directa (ehipassiko, “ven y ve”), evitando especulaciones metafísicas inútiles (avyākata).
Reformador religioso: Propone una ética desvinculada de sacrificios rituales, centrada en la intención (cetanā) y la causalidad moral (kamma).
3. Enseñanzas nucleares detectables como tempranas
Los investigadores coinciden en que ciertas doctrinas tienen alta probabilidad de provenir del Buda histórico:
Las Cuatro Nobles Verdades (cattāri ariyasaccāni), en su formulación pragmática: diagnóstico (dukkha), causa (tanhā), cesación (nibbāna), camino (magga).
La originación dependiente (paṭiccasamuppāda), entendida inicialmente como una cadena de procesos psicológicos, no como cosmología.
Ética de la no-violencia y la compasión, aplicable a todos, no solo a ascetas.
Rechazo de extremos: la majjhima paṭipadā (vía media) frente al ascetismo extremo y el hedonismo.
Énfasis en la práctica meditativa: atención plena (sati), calma (samatha) y visión penetrante (vipassanā).
4. Imagen del Buda según los textos más tempranos
Maestro itinerante: Recorría aldeas y ciudades con su sangha, enseñando en parques y bosques, adaptando el mensaje al interlocutor (upāya).
Líder comunitario: Organizaba reglas monásticas (Vinaya) de forma práctica, resolviendo disputas internas.
Interlocutor con gobernantes: Dialogaba con reyes como Bimbisāra y Pasenadi, aconsejando sobre gobierno ético sin aspirar al poder político.
Hombre consciente de su mortalidad: En varios suttas (p.ej. Mahāparinibbāna Sutta), habla abiertamente de su vejez y enfermedad.
5. Visión crítica y límites de la reconstrucción
Oralidad y memoria colectiva: Schmithausen subraya que el Canon refleja ya varias décadas de transmisión oral, con posibles adiciones doctrinales.
Estratos literarios: Anālayo y Wynne distinguen entre discursos con núcleo probablemente auténtico y desarrollos posteriores, como listas numeradas y repeticiones estilizadas.
No un santo atemporal: Gombrich insiste en que el Buda fue un innovador religioso dentro de su tiempo, pero no un ser “fuera de la historia”.
Perfil resumido
El Buda que emerge del Canon Pali, filtrado por la crítica textual, es:
- Un maestro humano y lúcido, profundamente observador de la mente.
- Reformador ético que trasladó el centro de la religión del ritual al comportamiento y la introspección.
- Estratega pedagógico, capaz de adaptar el mensaje a brahmanes, ascetas rivales, gobernantes y campesinos.
- Un hombre consciente del sufrimiento como hecho existencial, que propuso un método para reducirlo, más que una doctrina cerrada.
Preguntado sobre la creencia en el renacimiento, que no se menciona en la respuesta anterior, ChatGPT añade:
ChatGPT Plus
En la reconstrucción del Buda histórico a partir del Canon Pali, siguiendo a Gombrich, Anālayo, Wynne y Schmithausen, la creencia en los renacimientos sí está presente —pero su papel exacto y cómo él la entendía es más matizado de lo que parece a primera vista.
1. Lo que dicen los textos más antiguos
En los Nikāyas, el Buda habla con naturalidad de punabbhava (“nacer de nuevo”) y saṃsāra como un ciclo de renacimientos condicionado por el kamma.
La liberación (nibbāna) es descrita no solo como el fin del sufrimiento psicológico, sino también como el fin de este ciclo.
En relatos autobiográficos como el Ariyapariyesanā Sutta (MN 26), se narra que durante la noche de su iluminación, obtuvo tres “conocimientos” (tevijjā), uno de los cuales es el recuerdo de vidas pasadas.
2. Perspectiva de los investigadores
Gombrich: considera que el Buda operaba dentro del marco cosmológico de su época, donde el renacimiento era un presupuesto cultural compartido; no era necesario “probarlo” a sus contemporáneos.
Wynne: ve la doctrina de kamma y renacimiento como una parte integral de su mensaje ético: lo que hacemos tiene consecuencias que trascienden esta vida.
Anālayo: sostiene que, aunque la noción de múltiples vidas está en los estratos tempranos, el Buda la usa sobre todo como un dispositivo motivacional y ético, no como una cosmología especulativa.
Schmithausen: señala que incluso si aceptamos que el Buda histórico hablaba de renacimientos, la función práctica de la enseñanza parece más importante que su explicación metafísica detallada.
3. Posible enfoque del Buda histórico
Si intentamos filtrar lo que probablemente sea más antiguo:
Aceptación cultural, no invención: El Buda no introduce la idea de renacimiento, sino que la asume como parte del marco común de la India del norte en el s. V a.C.
Reinterpretación ética: Cambia el énfasis de rituales y sacrificios como factores que determinan el destino post-mortem, hacia la intención ética (cetanā) y la transformación mental como causas decisivas.
Uso pedagógico: Algunas referencias parecen más exhortativas (“si no pones fin al apego, volverás a nacer y sufrirás”) que explicativas.
4. Punto delicado
La cuestión que divide a algunos estudiosos actuales es si el Buda:
Realmente afirmaba haber experimentado la memoria de vidas pasadas (como se narra), o
Si estos pasajes fueron desarrollos doctrinales posteriores que reforzaban la autoridad de la enseñanza usando motivos comunes a la literatura religiosa de la época.
En resumen:
La doctrina del renacimiento sí estaba presente en el núcleo temprano y probablemente formaba parte del marco mental del Buda histórico, pero su función principal parece haber sido ético-práctica más que cosmológica-especulativa. Él la empleó para subrayar la urgencia de cortar la cadena de causas que perpetúan el sufrimiento, más que para construir una descripción detallada del “más allá”.
Citta, éstas son simples designaciones, el mundo de las expresiones, el mundo de las formas de hablar con las cuales el Tathagata se expresa pero sin asirse a ellas. Buda, DN 9 Potthapāda Sutta.